Seis refugiados sirios estuvieron al borde de ser deportados

Departamento Académico de Derecho
Jueves 7 de octubre de 2021
15:15h

Daniela Chahin Cortés

El 5 de septiembre de 2021, la Dirección de Seguridad General de Líbano detuvo a seis refugiados sirios debido al ingreso de forma irregular al país en la provincia de Deraa. Se les estableció un plazo de 48 horas para encontrar un tercer país o tramitar una visa. Si no lo lograban, serían deportados a Siria. Durante su detención, se les negó la comunicación con sus familiares. Se sospecha que fueron torturados. Ante esta situación, Amnistía Internacional exigió la liberación inmediata de los seis hombres. El 8 de septiembre los refugiados fueron liberados; sin embargo, sus pasaportes siguen confiscados por la embajada siria. Ante dicha situación, Heba Morayef, directora Regional de Amnistía Internacional de Oriente Medio y el Norte de África, estableció que “Siria no es seguro para quienes regresan. Las autoridades sirias siguen cometiendo espantosas atrocidades y violaciones de derechos humanos, y enviar de vuelta a Siria a personas refugiadas equivale a poner deliberadamente sus vidas en peligro”. 

Esta situación no es nada nuevo para el país. Líbano ha sido sumamente criticado por la continua violación al principio de “no devolución” del derecho internacional consuetudinario y de los tratados de derechos humanos. A pesar de que las deportaciones han disminuido como consecuencia de la pandemia, desde mayo de 2019, 6865 refugiados sirios han sido deportados. Líbano se ha convertido en el país con más refugiados sirios per cápita. El país enfrenta una situación que rebasa sus capacidades; no obstante, esta situación nunca justifica retornar a los refugiados a un entorno sumamente riesgoso. La mayoría de ellos emprendieron un viaje sumamente peligroso para encontrar esperanza en otro sitio; para muchos el regresarlos es una muerte segura.