Repercusiones Sociales por el Coronavirus

Departamento Académico de Derecho
Miércoles 18 de marzo de 2020
19:30h

Escrito por Ximena Larios Moscoso

 

A partir del brote COVID-19 en Wuhan China en diciembre de 2019, surge un nuevo síntoma disfrazado de odio, racismo y discriminación “la Xenofobia”, debido a la falta de información, conocimiento y falsas fuentes de noticias, la sociedad mundial responsabiliza a la comunidad asiática portadora del coronavirus.

Hoy en día, en las redes sociales, el miedo ante el mortal brote del COVID-19 han despertado actitudes discriminatorias hacia la fisonomía asiática; chistes y mensajes de odio a quien se les identifica como transmisores del virus, por ejemplo “¿vienen con o sin virus?”, “chinos cochinos”, “asquerosa”, “alerta amarilla”, “no puedes entrar aquí por la seguridad de todos”, “no te acerques a los chinos que son tóxicos” etc.

Este problema de racismo lo venimos cargando desde el pasado, ante una adversidad, buscamos culpables, por ejemplo, desde 1347 hasta 1353 se presentó la pandemia más devastadora en la historia de la humanidad, matando a más de un tercio de la población europea, denominada la “peste negra” causada por la bacteria Yersinia Pestis. Uno de los pensamientos que se tenían en ese entonces era que la peste la trajeron extraños o inmigrantes, buscando un culpable, un chivo expiatorio y así señalando a los judíos dada a tener una menor tasa de mortalidad de aquella época.

Asimismo, la alerta mundial por el virus ha desatado una serie de actos discriminatorios contra la población asiática que vive en Europa y otros países. Particularmente en España y Francia publicaron “alerta amarilla” y una fotografía de una mujer asiática con tapabocas en contra de los asiáticos en el diario Le Courier Picard, provocando indignación en la comunidad china. Debido a estos acontecimientos se fundó la campaña #NoSoyUnVirus, con el objetivo de prevenir las actitudes Xenófobas. Se ha viralizado por redes sociales en todo el mundo para erradicar la discriminación disfrazada de virus.

Cabe señalar que incluso la Organización de las Naciones Unidas (ONU) mandó un comunicado para frenar el racismo y la Xenofobia:

“La alarma por el coronavirus es comprensible. Pero el miedo no puede justificar los prejuicios y la discriminación contra la comunidad asiática. Luchemos contra el racismo, acabemos con el odio y apoyémonos en esta emergencia de salud global”.

Este pensamiento se considera más preocupante que el mismo COVID-19, porque la gente debe de entender que la discriminación, así como la Xenofobia violenta el derecho humano en el mundo, debe comprender que el virus es un virus, no tiene cara, religión, raza ni nacionalidad.

La mejor vacuna ante este síntoma absurdo de discriminación es la Educación. La falta de certeza de información hace que el miedo a lo desconocido hable por nosotros creando daño moral e indignación en la sociedad internacional; utilizando el coronavirus como excusa para que las personas muestren racismo y agresión hacia los asiáticos de todas las edades.

En consecuencia, la Xenofobia es una manifestación más de la estigmatización que cualquier país en una situación de rechazo o marginación social. Por lo tanto, daña la estabilidad en todos los aspectos culturales, emocionales, económicos, etc. ¿Cuántas generaciones más tienen que vivir la Xenofobia para crear una conciencia multicultural?