Refugiados en Yemen y el COVID-19

Departamento Académico de Derecho
Viernes 12 de marzo de 2021
0:15h

“Yemen es la peor tragedia de nuestra generación”

La crisis humanitaria de Yemen está considerada como la mayor del mundo, con unos cuatro millones de desplazados internos (una de cada ocho personas) y 27,700 refugiados fuera del país. Ochenta por ciento de la población depende de ayuda internacional, que son alrededor de 20 millones de personas. La ONU alerta de que podría ser la peor hambruna vivida en el mundo en los últimos 100 años.

Llevar ayuda humanitaria es sumamente complicado debido a la guerra civil, comenzada desde la Primavera Árabe. En el conflicto se enfrentan diferentes actores como Al Qaeda, el Estado Islámico, el gobierno de Abd Rabbuh al-Hadi, los hutíes, los piratas del golfo de Adén, entre otros. Los Hutíes al ser chiitas reciben apoyo de Irán, el gran poder chiita. El bando del gobierno es apoyado por Arabia Saudita y otros países occidentales, que los apoyan con armas. Los grupos buscan evitar que le lleguen suministros al otro bando, por lo que esto ha afectado directamente la entrada de ayuda humanitaria.

El país ahora también se enfrenta a nuevas amenazas que se solapan: la pandemia de coronavirus y el impacto de lluvias torrenciales e inundaciones, que han causado graves daños en los espacios que acogen a los refugiados internos y en las infraestructuras públicas. La escasez de suministros de agua y de servicios a la salud hace a la población extremadamente vulnerable ante la pandemia. Solo la mitad de los centros sanitarios están plenamente operativos y dos tercios de los yemeníes no tienen acceso a agua potable.

Añadido a eso, ACNUR solo ha recaudado el 30 % de los fondos necesarios para atender la crisis humanitaria en Yemen. Para mantener los programas centrados en atender las necesidades más críticas se necesitan 89,4 millones de dólares. Debido a la falta de financiación por el COVID-19 ACNUR se ha visto obligado a reducir la entrega de ayudas económicas.

Hay tantos problemas profundamente arraigados que afectan la vida de las personas en Yemen que el país "ni siquiera puede permitirse el lujo de preocuparse por el coronavirus", el virus que causa COVID-19; asegura un alto funcionario de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) en el país del Golfo Pérsico. Hay hambre, pobreza y enfermedades como cólera, malaria, chikungunya, dengue, que son mucho más contagiosas y mortales que el coronavirus.