Pasaporte de vacuna, un privilegio de los países ricos

Departamento Académico de Derecho
Martes 2 de febrero de 2021
22:15h

Dalia Grinberg 

 

El concepto “pasaporte de vacuna” es algo nuevo, pero muy resonado en los últimos días. Es el requisito de contar con una vacuna para ingresar a muchos países. Este documento abrirá las puertas para muchos que no pudieron viajar durante la pandemia, sin embargo, se le cerrarán a otros, en especial a las personas de los países de ingresos medios y bajos.

Algunos destinos como Chipre y Rumania, ya han eliminado los requisitos de cuarentena para los visitantes que puedan demostrar que están vacunados. Otros, como Islandia y Hungría, se han abierto a las personas que se han recuperado del Covid-19. Esto plantea la posibilidad de que la prueba de inmunidad podría ser el boleto de oro para reiniciar los viajes y parece una buena noticia para las personas ansiosas por reservar vacaciones de verano después de meses de bloqueo. Sin embargo, mientras las personas de países con buenos planes de vacunación planean sus vacaciones, los ciudadanos de muchos otros siguen sin ver la luz al final del túnel.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, escribió a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a principios de enero, destacando que la necesidad de tal documentación aceptada universalmente era una "prioridad fundamental para todos nosotros”. "Si bien no vamos a hacer que la vacunación sea obligatoria o un requisito previo para viajar, las personas que han sido vacunadas deberían tener la libertad de viajar", escribió Mitsotakis. "Esto proporcionará un incentivo positivo para garantizar que se aliente a los ciudadanos a someterse a la vacunación, que es la única forma de garantizar el regreso a la normalidad".

Concuerdo con el mensaje de Mitsotakis. La obligatoriedad puede ser la única manera de regresar a la vida normal, pero también puede ser causante de una división global. Varias empresas y grupos de tecnología han comenzado a desarrollar aplicaciones o sistemas para teléfonos inteligentes para que las personas carguen detalles de sus pruebas y vacunas contra el covid-19, creando credenciales digitales que podrían mostrarse para ingresar a salas de conciertos, estadios, cines, oficinas o incluso países.

Otra vez, estas propuestas excluyen a todas las personas que no cuentan con un teléfono inteligente o con acceso a internet. “Para nosotros se trata de cómo se puede almacenar esa credencial digital, se puede presentar, no solo a través de teléfonos inteligentes, sino también de otras formas para aquellas personas que no tienen acceso a Internet estable y también que no poseen teléfonos inteligentes” señaló Lucy Yang, co directora de la Iniciativa de Credenciales Covid-19.

Otro argumento en contra de los pasaportes de vacuna es que tampoco está claro qué tan efectivas son las vacunas para detener la transmisión del virus. La Dra. Julie Parsonnet, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Stanford menciona que si bien una aplicación de pasaporte de vacunas mostrará que recibió la vacuna, es posible que no sea una garantía para que asista a un evento o tome un vuelo de manera segura.

Los pasaporte vacuna son una propuesta prometedora para reactivar la economía mundial, sin embargo, hay demasiadas cosas a tomar en consideración. Si esta medida va ser usada como excusa por los gobiernos europeos y norteamericanos para cerrar sus fronteras a ciudadanos en busca de asilo o de mejores oportunidades, es mejor darle una doble pensada antes de impulsar el proyecto.