Repatriaciones voluntarias: la cara oculta del Gobierno mexicano hacia los migrantes haitianos
Por Diana Ocampo Estévez
Desde agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) golpeando a migrantes en su paso por Tapachula, hasta elementos de la Guardia Nacional empujando y derribando a un centroamericano con su hija en brazos, son algunos de los ejemplos que se viven a diario en el territorio mexicano. La situación que experimentan cientos de migrantes cada día luce más desafiante, no solo por su destino incierto, sino también por los malos tratos en su trayecto. No obstante, y pese a las pruebas contundentes que se vislumbran en cada noticiero, el Gobierno mexicano califica la situación migratoria con una retórica de humanidad y respeto.
Tal y como menciona el director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, “la política migratoria de AMLO está plagada de eufemismos y mentiras”. En su artículo publicado en Reforma titulado “La mentira del retorno voluntario”, el defensor de los derechos humanos expone que tanto los Gobiernos de Estados Unidos como el de México, han expulsado a miles de migrantes de sus territorios, sin ninguna posibilidad de que soliciten asilo político. Este hecho representa una falta de empatía y oportunidad sin precedentes hacia la situación de precariedad que se extiende desde los cimientos en Haití. Durante la última década, el país caribeño ha pasado por una serie de terremotos, huracanes, inestabilidad política y económica, violencia, así como el reciente asesinato de su presidente Jovenel Moïse. El conjunto de estos factores ha orillado a miles de personas a abandonar su hogar a la espera de un mejor futuro. Sin embargo, el Gobierno mexicano ha encubierto elegantemente los últimos meses el principio fundamental del derecho internacional de “no devolución”, por la perspicacia de un “retorno humanitario voluntario”. Como si se tratara de un estandarte por el cual estar orgulloso, el Instituto Nacional de Migración ha repatriado más de 200 migrantes en dos vuelos con destino a Puerto Príncipe, Haití.
En definitiva, los migrantes haitianos se encuentran amenazados por la ineficiencia de dos Gobiernos. Uno de ellos representado por su país de origen, el cual es incapaz de brindar a la población las necesidades básicas dignas de todo ser humano. Mientras que el otro, corresponde al Gobierno mexicano y a su astucia por disfrazar las violaciones a los derechos de los migrantes con una brillante retórica denominada “retornos voluntarios”.
Fuente
DW, México envía a Haití segundo vuelo con migrantes deportados, disponible en https://www.dw.com/es/m%C3%A9xico-env%C3%ADa-a-hait%C3%AD-segundo-vuelo-... (consulta: 12 de octubre de 2021)