Marielle Marlys, Marina de la Sierra, Jacquelyn Spade
Marielle Marlys, Marina de la Sierra, Jacquelyn Spade
4 de octubre, 2020
Introducción a la migración climática: la interseccionalidad entre cambio climático, seguridad alimentaria y violencia
Introducción
El cambio climático resenta una amenaza para toda la humanidad, especialmente para las comunidades más vulnerables del planeta. La escasez de agua, las inundaciones, el aumento de los niveles del mar y el incremento en intensidad y frecuencia de los desastres naturales son algunas consecuencias del cambio climático que afectan la distribución de recursos como tierra cultivable, comida y agua (Abel, Guy J., et al. 240). Como consecuencia, los ciclos con pérdidas de cosechas conducen no solamente a la hambruna sino también a la degradación económica. Las personas que sufren las consecuencias del cambio climático son susceptibles a malnutrición, pobreza, traumas psicológicos y daños físicos, ocasionando o contribuyendo al aumento de flujos migratorios. Adicionalmente, la migración se exacerba ante el aumento de competencia por los recursos naturales y económicos que, junto con una serie adicional de factores socioeconómicos, pueden ocasionar un aumento en violencia. Esta violencia puede continuar cuando los migrantes llegan a su destino dada la sobrecarga en infraestructura y la escasez de recursos. Por estas razones, entre otras, el académico Norman Myers concluyó que para el año 2050 habrá 150 millones de refugiados ambientales (Berchin, Issa Ibrahim, et al. 148).
Nuestro propósito es explicar la interseccionalidad entre el cambio climático, la seguridad alimentaria y la violencia y cómo estas variables influyen sobre la migración forzada. También buscamos señalar el rol de factores externos como influencias demográficas, económicas y políticas que incrementan la migración climática. Nuestro estudio se enfocará exclusivamente en los patrones de flujos migratorios en el Caribe, sin embargo, como introducción, en esta entrada buscamos proveer una visión general del cambio climático, la seguridad alimentaria y la violencia con respecto a la migración climática, así como establecer las definiciones necesarias para fundamentar nuestra investigación futura.
Marco de referencia
Para comenzar, es crucial definir términos relacionados con la migración climática. El término “refugiado ambiental” lo popularizó Lester Brown en los años setenta, luego estableciendo una definición:
personas que han sido obligadas a salir de su hábitat tradicional, temporal o permanentemente, dada una disrupción ambiental (natural o de origen antrópico) que amenaza su existencia y/o afecta de manera significativa su calidad de vida (Berchin, Issa Ibrahim, et. al. 148).
Debe tomarse en cuenta que para evitar el término “refugiado”, que puede tener
implicaciones negativas, se desarrolló el término de “desplazados ambientales” (EDPs por sus siglas en inglés). Este término enmarca a los migrantes como personas desplazadas por factores ambientales que no están en su control, revelando las implicaciones políticas del discurso acerca de la migración y por ende el trato hacia las personas desplazadas. Hay un debate acerca de si se debe definir a las personas que migran por problemas ambientales como “migrantes climáticos forzados” o “refugiados climáticos”, este último infiere que aquellos que emigran lo hacen solamente para mejorar su calidad de vida sin tomar en cuenta la “decisión” poco voluntaria de su desplazamiento (Berchin, Issa Ibrahim, et al. 148). En el futuro, buscaremos comprender de manera exhaustiva ambos términos y su distinción.
Cambio Climático
El cambio climático está intensificando los desastres naturales como las inundaciones repentinas, la degradación de la tierra, huracanes, entre otros. Los pequeños estados insulares en desarrollo (SIDS por sus siglas en inglés) son especialmente susceptibles a este tipo de daños. Por ejemplo, la isla de Dominica fue devastada tras el huracán María; el 60% de las casas sufrieron daños severos. Después del huracán, un reporte presentó información sobre la escasez de agua potable como consecuencia de pipas dañadas, el aislamiento de áreas por derrumbes, los cortes en líneas eléctricas y de teléfono, los daños a pipas de drenaje, el desborde de aguas residuales y las montañas de escombros (Cloos, Patrick y Valéry Ridde e4). Adicionalmente, 3,000 personas fueron desplazadas, sin más opción que vivir en albergues. Esta no es una imagen poco común de los estados insulares en desarrollo tras un desastre natural, desgraciadamente, estos estados son entre los más vulnerables dado su bajo estatus socioeconómico, haciendo que su población sea más susceptible a enfermedades, malnutrición y mortalidad temprana. Las personas no tienen acceso a los recursos necesarios para adaptarse y sobrevivir.
En nuestra investigación, planeamos explicar más a fondo cómo las actividades humanas y las políticas gubernamentales influencian el cambio climático, así como las razones y los mecanismos mediante los cuales esto afecta a los estados insulares en desarrollo, a pesar de que estos contribuyan de manera muy limitada al cambio climático.
Seguridad alimentaria y violencia
El cambio climático también puede exacerbar los problemas relacionados con los recursos limitados, como el agua y la comida, y consecuentemente, la violencia y el crimen que puede surgir por el acceso a aquellos (Abel, Guy J., et al. 241). Por ejemplo, una alza en el nivel del mar tiene el potencial de destruir cosechas y aumentar la erosión del suelo (Yamamoto y Esteban 2). Con acceso limitado a necesidades básicas, poblaciones enteras son desplazadas. Por un lado, el cambio climático puede conducir al conflicto que luego conduce a la migración y por el otro lado, el cambio climático puede llevar directamente a la migración y luego a conflicto en el lugar de destino, dada la presión demográfica. En ambos casos hay una relación entre seguridad alimentaria y violencia. Buscaremos evaluar ambos casos de manera separada.
Conclusión
Hipotetizamos que no solo los cambios ambientales de aparición lenta impactan los patrones migratorios, sino también la conexión entre cambio climático, seguridad alimentaria y violencia. Como resultado de estos problemas, los migrantes son obligados a salir de su tierra nativa para reconstruir su vida en un nuevo territorio. Estos individuos son llamados refugiados ambientales o desplazados ambientales; cada término posee una connotación diferente con implicaciones legales y políticas respectivamente. El cambio climático está intensificando desastres naturales e impactando naciones vulnerables como los pequeños estados insulares en desarrollo en el Caribe. La seguridad alimentaria y violencia están interconectadas e impactan a las poblaciones tanto en su lugar de origen como en el lugar de destino. Nuestro propósito es demostrar cómo estas tres variables impactan los flujos migratorios, eventualmente empleando evidencia empírica de los estados insulares en el Caribe.
Bibliografía
Abel, Guy J., et al. “Climate, Conflict and Forced Migration.” Global Environmental Change, Pergamon, 21 Jan. 2019,
www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0959378018301596.
Berchin, Issa Ibrahim, et al. “Climate Change and Forced Migrations: An Effort towards Recognizing Climate Refugees.” Geoforum, Pergamon, 29 June 2017,
www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0016718517301732?via=ihub.
Cloos, Patrick, and Valéry Ridde. “Research on Climate Change, Health Inequities, and Migration in the Caribbean.” The Lancet Planetary Health, vol. 2, no. 1, 2018, doi:10.1016/s2542-5196(17)30176-6.
Yamamoto, Lilian, and Miguel Esteban. “Vanishing Island States and Sovereignty.” Ocean & Coastal Management, Elsevier, 21 Oct. 2009,
www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0964569109001379.