El refugio por motivos de género en México
Por María Fernanda Rodríguez
Las personas refugiadas son aquellas que huyen de su país de origen porque temen por su seguridad. Los motivos para que un Estado reconozca a una persona refugiada son raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo determinado u opiniones políticas, según la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados (1951). El debate sobre la violencia de género que se ha gestado en la escena internacional, ha traído a la mesa la cuestión sobre el refugio por motivos de género. Una persona puede solicitar refugio porque teme ser perseguida por no seguir normas y costumbres convencionales, discriminación de género, mutilación genital, crímenes de honor, orientación sexual, matrimonios forzados, violencia sexual y reproductiva, trata de personas y violencia doméstica.
A nivel internacional, la Convención de 1951 no reconoce explícitamente el refugio por motivos de género. No obstante, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el género, como motivo de persecución, entra a la categoría de “pertenencia a un grupo determinado”. También, se ha exhortado a los Estados a hacer una interpretación sobre los documentos internacionales con perspectiva de género. Así, varios países han reconocido al refugio por motivos de género en su legislación interna, entre estos, México.
En 2011, se publicó la Ley sobre refugiados, protección complementaria y asilo político. Esta ley establece las bases sobre el refugio en el territorio mexicano; la ley está fundamentada en la Convención de 1951 y la Declaración de Cartagena (1984). En este documento se establece explícitamente al género como un motivo para reconocer como refugiado a una persona. Durante 2018, la Comisión de Ayuda para los Refugiados (COMAR) había reconocido un número significativo de personas que solicitaban refugio por motivos de género. No obstante, el proceso de refugio en México es deficiente y no cumple con las expectativas sobre la protección de refugiados.
Por otra parte, la violencia de género en el territorio es un problema que afecta de sobremanera a las mujeres y niñas migrantes y refugiadas; un grupo especialmente vulnerable ante la violencia institucional, la violencia sexual, la precariedad laboral y económica, la discriminación y el crimen organizado. El pasado ocho de marzo, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, entre las exigencias de las mujeres mexicanas, no hay que olvidar la lucha de las mujeres migrantes y refugiadas que atraviesan un arduo viaje en busca de una vida digna y segura.