Tailandia, como mayor representante del Sudeste Asiático, se queda callado ante la incesante crisis migratoria y humanitaria que azota a la región
María Fernanda Hernández López
Como ya es tradición, y a pesar de atravesar el segundo año en que el mundo vive una realidad pandémica, se llevó acabo el pasado mes de septiembre el 76º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU. En efecto, bajo las estrictas medidas de seguridad, cada uno de los representantes de los miembros signatarios de la organización tuvieron la oportunidad de expresar los avances y los retos en diversas materias que aquejan a sus respectivas naciones, y en general a toda la esfera internacional.
Tal fue el caso del Reino de Tailandia, cuyo primer ministro, Prayuth Chan-ocha, pronunció un discurso que fue desde la crisis sanitaria ocasionada por el virus de COVID-19, hasta la necesidad de fomentar un mayor esfuerzo en el tema del desarrollo sostenible. De este modo, en lo que respecta a la crisis de salud que enfrenta el globo en su totalidad, Prayuth Chan-ocha señaló que es imprescindible que se garantice el acceso a la salud igualitario y que traspase fronteras, sobre todo en lo que a vacunas se refiere. No obstante, estas palabras resultan un tanto confusas si se tiene en cuenta que Tailandia es el centro de migración regional en el sudeste asiático y que la población migrante es la que está siendo más vulnerable frente a la crisis sanitaria actual. Aunque su papel es clave como país de origen, tránsito y destino de migrantes, personas desplazadas y solicitantes de asilo, en Tailandia esta población se enfrenta a múltiples desafíos, entre ellos la carencia de vacunas y atención médica.
Igualmente, el primer ministro hizo énfasis en que su gobierno siempre ha realizado esfuerzos importantes para implementar un ambiente paz y reconciliación en Myanmar. Resulta importante destacar que debido al golpe de Estado que enfrentó esta nación a principios de este año, un gran éxodo de birmanos y diversas minorías étnicas están huyendo hacia los países vecinos, para encontrar refugio de la violencia desmedida y mejorar sus condiciones de vida. En este marco, el portavoz de Tailandia se pronunció a favor de brindar ayuda en la cuestión de salud y asistencia humanitaria a Myanmar.
En realidad, se puede apreciar como un acto muy noble por parte del gobierno tailandés brindar dicho apoyo. Sin embargo, es de imperiosa importancia señalar que en su discurso Prayuth Chan-ocha nunca abordó la materia migratoria. Así, resulta decepcionante que Tailandia, al buscar posicionarse como el líder regional, solo haya planteado el gran fomento económico que está realizando y haya hecho un llamado a cooperar en el tema ambiental. Pero, ¿dónde está su plan de acción para encarar la crisis migratoria que azota a la zona? Quizás, se tenga que esperar a la próxima reunión de la Asamblea General para que veamos al hermano mayor del Sudeste Asiático actuar en dicha materia.
Naciones Unidas, Thailand - Prime Minister Addresses United Nations General Debate, 76th Session (English), disponible en https://www.youtube.com/watch?v=BklQiJHJpqk (consulta: 04 de octubre del 2021)