Emergencia en Myanmar: ¿Y los rohinyás?
Por María Fernanda Rodríguez
En las últimas semanas, el Estado de Myanmar, ha pasado por un momento de turbulencia política después de que las fuerzas armadas dieran un golpe de Estado al gobierno democrático de Aung San Suu Kyi. La opinión internacional ha condenado esta acción. Sin embargo, ante esta crisis política, se presenta una interrogante; ¿y los rohinyás?
Los rohinyás son una minoría étnica y religiosa perseguida en Myanmar — un país del Sudeste Asiático de mayoría budista —. La persecución de los rohinyás inicia durante el S. XX. Incluso, en 1982, las autoridades birmanas desconocieron como nacionales a los rohinyá; esto quiero decir que son un pueblo apátrida, especialmente vulnerable ante el Estado. Asimismo, durante 2017, según las Naciones Unidas, las fuerzas armadas empezaron una “limpieza étnica.” Estos ataques iniciaron el éxodo de los rohinyás hacia distintos países del Sudeste Asiático y Medio Oriente. La emergencia de refugiados tuvo un impacto mayor, cuando miles de solicitantes de asilo comenzaron a cruzar la frontera con Bangladesh.
En 2021, esta cuestión no parece terminar. A pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional, los rohinyás fuera de Myanmar aún viven en condiciones precarias que ponen en peligro sus vidas, seguridad y dignidad; y, en este momento, están expuestos a la pandemia por el Coronavirus (COVID-19). Este último suceso ha puesto en una situación vulnerable a los refugiados. También, ha empeorado las condiciones del sistema de refugio en muchos países que han cerrado sus fronteras para evitar la expansión del virus y han detenido el flujo de migrantes. Aunque la pandemia por el Coronavirus (COVID-19) ha afectado de sobremanera a todos los Estados; esto no es motivo para dejar a la deriva a los solicitantes de asilo. Es necesario que la comunidad internacional se movilice para proteger a los refugiados.
Finalmente, aunque el gobierno democrático de Myanmar ya se había pronunciado a favor de la repatriación rohinyá, con el reciente golpe de estado, la situación de los refugiados ha quedado a la deriva. Hay que observar de cerca la situación y estar pendientes de las acciones que se llevarán a cabo en los próximos meses; pues, definitivamente, afectarán la situación que viven los rohinyás.